La mirada de amor verdadero brota de la armonía interior donde todo contribuye para poder emanar paz, alegría, vitalidad, solidaridad, transparencia, candor, inocencia, fuerza, poder. Y ese amor, esa mirada de amor, es capaz de expresar toda la belleza que significa la vida, expresar la vida interior desde lo hondo, desde lo más simple del ser, con gran delicadeza, siempre comprendiendo, y como una flor, dar toda esa belleza que somos en Él. Amar es rendirse en compasión, en misericordia, es no tener ningún espacio qué defender, sino simplemente aceptar que soy conducido por el Amor Incondicional, por ese Dios de Jesús que cuando nos mira, nos mira con Amor. Nos mira como nadie. ¡Oh Padre amoroso, ayúdame a mirar como tú. Ayúdame a ser mirada de amor!
Dedicamos esta pieza musical que hemos llamado: "Mirada de Amor" al que nos amó primero: Dios. También la dedicamos a aquellos y aquellas que trabajan en su interior para ser seres humanos llenos de generosidad y ternura, para ser irradiación de ese amor llegando a tanto ser vivo como podamos y tenderles lo que somos, lo que podamos. Seamos entrañables, como lo es Jesús, como lo es el Padre Amoroso.