martes, 22 de julio de 2025

Cómo salir del caos



 
EL CAOS 
Confronta el caos 
 
Admitir que nos sentimos agobiados, que no sabemos qué hacer o que tenemos demasiada confusión parece ir en contra de esa visión de personas maduras en control de su vida que nos suelen vender como adultez. Sin embargo, todos pasamos por ello en algún momento de nuestras vidas, en mayor o menor grado, estás crisis pueden representar grandes oportunidades de cambio. 
 
 
Aunque en un principio no lo parezca así, afrontarlas es la mejor manera de comenzar a procesarlas, sanarlas y crecer a partir de ello. Empieza poco a poco No hay nada peor que pretender que todo regrese a su lugar de un día para otro. Los procesos llevan tiempo y desmenuzar el caos mental no es una tarea menor. Por ello lo más recomendable es ir poco a poco, con pequeños pasos que te ayuden a sentirte mejor.
 
 
 
 Cómo en una mudanza tienes que darte tiempo para manejar las cosas, para sentir lo que haya que sentir, limpiar y desempolvar las cosas, para desechar lo que haya que desechar, y guardar lo que quieres conservar. Es entonces que puedes preparar el nuevo espacio, imaginar los cambios, y finalmente poner todo en su nuevo lugar, aunque te tome más tiempo del que creías.
 
  
 Escribe, escribe, escribe A veces cuando tenemos demasiadas cosas en la cabeza, nos cuesta trabajo procesarlas al mismo tiempo, en esos momentos la mejor estrategia que tendrás al alcance para sacar todo de tu mente es escribir. Plasmarlo todo en papel, te ayuda a mantener la paz mental y sobre todo, te da mucha más perspectiva. No se trata de escribir un ensayo académico sobre lo que te preocupa, si no de tener un espacio para dejar salir todos los pensamientos. La idea es escribir libremente lo que está pasando por tu mente, lo que sientes en ese momento, las partes de tu historia personal que están vinculadas a esta nueva experiencia, y todo aquello que esté ocupando espacio en tu cabeza. No te preocupes demasiado de si tiene buena ortografía, o una buena redacción, lo importante es dejarte fluir hasta que sientas que es suficiente. Cuando leas lo que has escrito te darás cuenta de muchos aspectos que probablemente no estabas logrando ver.
 
 
El caos, aunque incómodo, no siempre es nuestro enemigo. A menudo aparece en nuestras vidas como un catalizador, rompiendo con lo establecido para dar paso a algo nuevo. En medio del desorden, nos enfrentamos a desafíos que nos obligan a adaptarnos, reflexionar y crecer. Es en ese aparente desconcierto donde reside su verdadero valor, ya que puede abrirnos puertas que no habríamos considerado en circunstancias normales.
 
 
 Como maestro inesperado, el caos nos enseña resiliencia y creatividad. Nos empuja a encontrar soluciones en medio de la adversidad y a construir una fuerza interior que tal vez no sabíamos que teníamos. 
 
 
Más allá del desorden superficial, está el aprendizaje: la oportunidad de reinventarnos y de superar limitaciones que antes parecían insuperables. Si lo enfrentamos con una mentalidad abierta, el caos se convierte en una herramienta poderosa para el auto descubrimiento.
 
 
 
Aceptar el caos requiere valentía, pero también sabiduría para reconocer su propósito. No se trata de temerle, ni de rendirse ante él, sino de entender que es parte del proceso de transformación. En muchas ocasiones, el caos es la señal de que estamos listos para trascender lo que ya no nos sirve y construir algo más auténtico. Aprender a abrazarlo es clave para evolucionar hacia nuestra mejor versión. Dios ya nos dio la capacidad para vivir aún lo indecible, con elegancia espiritual al estilo de Jesús. ¡¡Ánimo!!