domingo, 24 de julio de 2022

Qué es la música

¿Qué es la música?

 


 

La música es un don maravilloso de Dios, nos referimos a la música alta, la que ha salido de compositores como Bach, Vivaldi, Scarlatti, Betthoven, Chopin, Debbussy, etc. El cerebro necesita desarrollar música verdadera, pues nos ayuda a integrarnos, a unificarnos, a SER, a ser solidarios, porque nos hace nobles si la actitud de la persona es esa necesidad de ser cada instante mejor, bondadosa, tierna, compasiva, misericordiosa. La música rompe todas las posibles barreras que pudieran existir, cuando quienes la producen y quienes la reciben se encuentran en esa fusión mágica, hasta milagrosa de unirse en la sublimidad del corazón del compositor o del intérprete y el propio corazón. 

La música como Don de Dios, está envuelta de Misterio fascinante. Y el corazón del ser humano, cargado de esa mística divina, nos transmite la excelencia de la creación de Dios, divina y humana. Entre quien escucha y quien la crea, sea por propia inspiración o por la inspiración de quien la hizo, hay una conexión inigualable, única, personal. Una misma melodía suena, se interpreta o se recibe aliviando y hasta sanando el corazón. Y es que la música es 100% terapéutica, liberadora. Las ondas que se producen equilibran nuestros químicos. Cambian nuestro estado de ánimo, y lo que antes percibíamos como blanco o negro, ese regalo divino, la música lo transforma milagrosamente en colores inimaginables.

 


 

 La misión de la música es despertarnos a la felicidad; felicidad interior, felicidad del ser, felicidad que es vivir despiertos, sin engaños, sin mentiras, sin caretas. Por ello Beethoven dijo: "La música es una revelación que viene de lo alto. Es más alta que cualquier filosofía, que cualquier pensamiento".

 Mstislav Rostropóvich (1927-2007), músico formado en la Unión Soviética considerado el máximo violonchelista de su generación y que recibió el Premio Lenin, máximo galardón soviético, había dedicado su vida a la música y sabía muy bien que era capaz de elevar al ser humano hasta los sentimientos más sublimes.

«Dios nos ha dado un sólo idioma, la música, para la que no hace falta traductores, pero no hemos sido capaces de usarla para unificar el mundo» 

 

 

Schopenhauer lo tiene claro: la solución al suicidio está en el arte, en la contemplación estética y el contacto con el espíritu sublime de todo arte. Y de todas las manifestaciones artísticas que existen, la principal de todas ellas es la música, más incluso que la pintura o la escultura. 

«En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad». – Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones, Andrés Sánchez Pascual, Barcelona, Edhasa, 1995).

"Componer, me renueva, me fortalece, me equilibra y fascinantemente alegra mi ser, me impulsa a crear y crear, me conduce a todo lo noble. Se trata de dar lo mejor de mi misma, se trata de SER a cada instante, agradeciendo todo, incluso lo más doloroso.  Y es que ejecutar piezas de otros autores como Bach por ejemplo, o ejecutar las melodías propias que salen de mi corazón, no son para hacerlo técnicamente hablando "perfectas" o para "lucirme", y menos ahora a mi edad, por tener limitaciones físicas, de huesos, de músculos, pero aún así, en la sencillez y con la mejor intención, con el deseo de darme, eso es precisamente lo que hace el milagro pleno de vivir. Entregar cada esfuerzo a la hora de preparar una pieza, sabiendo que los pequeños intentos repetidos logran las grandes empresas, y la más grande empresa que podamos construir es una vida libre de egoísmo, una vida llena de paz, una vida siempre solidaria con todo ser que respira, que necesita de nuestra mano sincera". Hna Gema Uranga oblata benedictina.